Panorama: República Checa, Polonia, Chile, y Tailandia, más cerca de una rápida recuperación en las exportaciones
- De los 34 países emergentes estudiados, sólo 4 son capaces de recuperarse a corto plazo
- Criterios analizados: competitividad de los precios, endeudamiento y riesgo político
- China, Arabia Saudita, Egipto, y Ecuador con mucho más riesgos
Aunque la actual crisis económica en los países emergentes está sorprendiendo por su intensidad, con su crecimiento reducido a la mitad en cinco años e incremento a la exposición al riesgo de divisas y deuda, este no es un fenómeno aislado. Crisis similares observadas en la década de 1990, terminaron con un repunte repentino y rápido de la actividad, a pesar de la creciente fuga de capitales y la falta de recuperación en los créditos bancarios. En promedio, estas economías emergentes alcanzarán su nivel previo de producción en dos o tres años, incluso su crecimiento sostenido a largo plazo se mantiene por abajo.
Ahora, ¿cuál de estos países puede ofrecer a las empresas una rápida recuperación? Entre una muestra de treinta y tres países estudiados por Coface solo cuatro cumplen con los tres criterios esenciales: la competitividad de los precios ganada por la depreciación de sus divisas desde 2013, capacidad de endeudamiento de las compañías y riesgo político moderado. Estos países son República Checa, Polonia, Chile y Tailandia
Criterio 1: Ganancia por competitividad de los precios
A corto plazo, la forma más eficaz de incrementar la competitividad es la depreciación del tipo de cambio efectivo real (es decir, en relación a todas las divisas con cuyos países se hace intercambio no limitado al dólar), la cual primeramente beneficia a las exportaciones de manufactura y ciertos servicios. Entre los catorce países que se benefician más de las recientes tendencia en el mercado cambiario, dos categorías pueden ser identificadas: exportadores de productos manufacturados cuya moneda ha sido depreciada moderadamente desde 2013 (República Checa, Polonia, Bulgaria, Hungría, Malasia, Tailandia y Turquía) y exportadores de comodities, cuyas divisas han perdido mucho de su valor (Brasil, México, Chile, Colombia, Kazajistán, Sudáfrica, Rusia).
La principales divisas perdedoras – Vietnam, China, Ecuador, Egipto, y hasta Arabia Saudita – se han apreciado en términos efectivos reales, ya que utilizan una tercera divisa o un sistema de cambio fijo o inflexible frente al dólar.
Criterio 2: Nivel de deuda de las compañías
Para que estas ganancias en la competitividad de los precios se traduzcan en más inversiones para las compañías, su nivel inicial de deuda no debe ser excesivo. Sin embargo, este nivel de deuda se incrementó después de las políticas expansionistas post-Lehman que relajaron las condiciones crediticias bancarias y desarrollaron rápidamente el mercado de los bonos. Entre 2004 y 2014, se multiplicó por 4.5 en términos de valor absoluto y en relación al PIB, este aumentó 26 puntos porcentuales, en un contexto de débil crecimiento donde los países emergentes decrecieron del 7.2% en 2010 a 3.4% en 2016 (3.9% esperado en 2016).
Combinado con un endurecimiento de las condiciones crediticias (excepto en Europa emergente), el alto nivel de deuda implica mayores intereses, capacidad limitada de inversión y dificultad para la recuperación. Este riesgo es particularmente alto en cinco países cuya deuda corporativa supera el 90% del PIB o ha incrementado en un 10 o más puntos porcentuales desde mediados de 2008: Brasil, Malasia, Turquía, Bulgaria, and Rusia.
Criterio 3: Riesgo político
Por último, la recuperación de la economía se podría retrasar por las importantes incertidumbres políticas que están forzando a las empresas a posponer sus decisiones de inversión. De los ocho países que se podrían beneficiar de las ganancias por la competitividad de los precios y no están afectados por la deuda corporativa, la mitad de ellos enfrentan riesgo político. Hay países cuya puntuación de cada indicador de los dos estudiados por Coface, presiones para el cambio[1] e instrumentos de cambio[2] - son mayores que la media de los países estudiados y su tenencia ha sido a la alza desde 2007.
Después de aplicar el filtro a los tres criterios, solo cuatro países son capaces de recuperarse rápidamente o soportar mejor la crisis actual: República Checa, Polonia, Chile, y Tailandia. Estas economías representan menos del 2% del PIB global, pero comparten fortalezas, están relativamente industrializados, han superado la trampa de los ingresos medios, y no exportan demasiado a los mercados emergentes más afectados por la crisis. Tienen buenos fundamentos económicos: poca presión inflacionista, baja (Chile, República Checa) o moderada (Tailandia, Polonia) deuda pública y ninguno de ellos tiene déficit por cuenta corriente. Sin embargo, existen distintas fuentes de vulnerabilidad, riesgo político y social en Polonia, Tailandia y Chile, aunque este sea moderado. Y además Chile tiene una dependencia significativa del cobre.
En el extremo opuesto, este estudio confirma que otras economías tienen poco margen para la recuperación a corto plazo: China, Arabia Saudita, Egipto y Ecuador todos tienen divisas que se han depreciado significativamente desde 2013 (particularmente debido al uso de una tercera moneda o un sistema de cambio fijo o inflexible frente al dólar) y un alto nivel al riesgo político. Entre ellos, China ha acumulado todas las debilidades, debido a que el nivel de deuda corporativa es muy alta.
----
[1] Presiones para el cambio (inflación, desempleo, control de la corrupción) miden la intensidad de las frustraciones socio-políticas en un país determinado
[2] Instrumentos de cambio (educación, redes sociales, proporción de jóvenes, rol de la mujer) captan la capacidad de la sociedad de transformar sus frustraciones en acción política
Contacto
PÉRU
Nathalí Rodríguez
MARKETING & COMMUNICATIONS
Phone: +511 6163446
Mobile: +51 982099180
nathali.rodriguez@coface.com