Encuesta de pagos en Asia 2021: menores retrasos en los pagos en medio de las medidas de apoyo
Un mayor número de empresas de Asia-Pacífico ofrecieron facilidades de crédito en 2020, ya que la competencia se intensificó en medio de las difíciles condiciones económicas provocadas por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, las empresas respondieron de forma diferente a la gestión del crédito a pesar de enfrentarse a perturbaciones económicas similares, como la reducción de la demanda, el desplazamiento de trabajadores, el aumento de los costes de los materiales y las interrupciones de las operaciones comerciales y las cadenas de suministro. Las empresas de China, Japón, Singapur y Malasia redujeron los plazos de pago en 2020, mientras que las de Australia, Hong Kong, India y Taiwán los aumentaron, según la última Encuesta de Pagos Corporativos de Coface en Asia. Tailandia mantuvo sus plazos de pago. En promedio, los plazos de crédito en Asia Pacífico se mantuvieron prácticamente estables, bajando de 67 días en 2019 a 66 días en 2020.
La Encuesta de Pagos Corporativos en Asia 2021 de Coface, realizada entre octubre de 2020 y marzo de 2021, proporciona información sobre la evolución del comportamiento de pago y las prácticas de gestión del crédito de más de 2.500 empresas en toda Asia Pacífico durante la pandemia. Los encuestados procedían de nueve mercados y 13 sectores situados en la región de Asia Pacífico.
A pesar del debilitamiento del entorno económico, los retrasos en los pagos mejoraron en 2020, y la duración media de los pagos atrasados cayó a su nivel más bajo de los últimos cinco años gracias a las sólidas respuestas políticas de los gobiernos. Se observaron menores retrasos en los pagos en seis de las nueve economías encuestadas y en 10 de los 13 sectores. Sin embargo, se produjo un aumento de los riesgos crediticios en Australia y Hong Kong, ya que ambos informaron de un fuerte incremento de la morosidad y, lo que es más importante, de un fuerte aumento de los retrasos de pago ultralargos (ULPD, más de 180 días), que ascendieron a más del 2% de la facturación anual. Por su parte, los sectores del comercio minorista, la construcción y el transporte, entre los más afectados por la pandemia, registraron los mayores aumentos de los ULPD, que superan el 2% de su facturación anual, lo que indica un aumento de los riesgos de tesorería.
De cara al futuro, las perspectivas económicas han mejorado en 2021 en comparación con 2020. Las expectativas empresariales en cuanto a ventas y flujos de caja en los próximos 12 meses mejoraron, ya que las empresas prevén que la recuperación económica continuará en 2021, siendo las empresas australianas las más optimistas. El sector automotriz fue el más confiado respecto a las ventas del año que viene, seguido de la energía, los metales, el papel y los productos farmacéuticos. Sin embargo, los riesgos para la recuperación siguen siendo elevados debido a la aparición de nuevas variantes de virus, la lentitud de las tasas de vacunación y una recuperación desigual entre regiones y sectores. En consecuencia, las empresas, aunque mantienen su optimismo, pueden recurrir cada vez más a herramientas de gestión del crédito, como las evaluaciones de crédito y los seguros de crédito, para mitigar los riesgos de flujo de caja.