Economía Mexicana: más tiempos difíciles hacia adelante
- Se espera que el PIB crezca 1.6 % en 2016 y 1.5% en 2017
- La deuda pública aumentó a 42.3% en 2015, arriba del 38.3% en 2013. Se espera que alcance 45% para el cierre de este año
- El gobierno presenta un corte en el presupuesto 240,000 millones de pesos (aproximadamente 12,900 millones de dólares americanos y 1.2% del PIB)
- El deterioro del panorama macroeconómico está claramente impactando al nivel micro
- La proximidad de las elecciones presidenciales en Estados Unidos continúa provocando incertidumbres
Un panorama económico nublado
En el segundo trimestre de 2016, la actividad se desaceleró en 1.5% (ajustada estacionalmente), debajo de la tasa de 2.5% año/año reportada en el primer trimestre de 2016. La industria, que disminuyó 1.5% trimestre/trimestre, fue el principal factor para este débil resultado, debido a la caída en la producción del petróleo y desafíos enfrentados para las industrias manufacturera y de la construcción. El sector servicios perdió dinamismo durante el periodo, al alcanzar una tasa de crecimiento de 2.4% año/año, abajo del 3.4% del primer trimestre de 2016.
Se espera que las variables del ingreso pierdan fuerza gradualmente
José Antonio Meade, el recién nombrado secretario de Hacienda, presentó el presupuesto para 2017 que marcó las intenciones del gobierno de elevar la austeridad. El presupuesto anunció un recorte de gastos por 240,000 millones de pesos (aproximadamente 12,900 millones de dólares americanos y 1.2% del PIB). Esta cifra está muy por encima del recorte por 169,000 millones de pesos de 2016 y el de 124,000 millones de pesos de 2015. La mayoría de las reducciones vendrán del financiamiento de la empresa petrolera estatal Pemex (-5,300 millones de dólares americanos). Por tanto parece que el gobierno se dispara a sí mismo al pie, ya que una inversión más baja en la empresa petrolera, reducirá más la producción de petróleo con lo que limita los futuros ingresos tributarios.Adicional al recorte presupuestario, la fuerte depreciación que el peso mexicano ha experimentado este año, ha elevado el precio de las importaciones y la inflación y ha reducido el poder de compra del consumidor. En comparación de 61 monedas, el peso mexicano reportó la tercera variación negativa más grande durante el periodo que va de enero a septiembre de 2016 (-12% año/año). Se mantuvo sólo debajo de la libra esterlina y del peso argentino. El ambiente se mantendrá desafiante a corto plazo y el impulso se desacelera en los sectores relacionados con el consumo. Coface degrada su evaluación del riesgo para los sectores de comercio al menudeo y automotriz, al tiempo que los sectores dependientes de las materias primeras permanecen en riesgo.
Barómetro Sectorial
La industria automotriz experimenta una desaceleración. Entre enero y septiembre de 2016, el desempeño de la industria se redujo a 0.9% en un comparativo año/año. Debido a que la industria automotriz de México está altamente orientada a la exportación, este debilitamiento es resultado de las ventas a Estados Unidos.
Agro/alimentos: riesgos asociados principalmente a la actividad agrícola. El sector permanece en alto riesgo debido a varios factores incluyendo los bajos precios internacionales, la depreciación monetaria que ha afectado los costos de los fertilizantes importados, los largos plazos de pago del sector, la importancia del buen manejo de flujo de efectivo para financiar los cultivos y las condiciones climáticas.
Industria química todavía sin beneficios de la reforma energética. Los efectos positivos de la emblemática reforma energética aprobada en diciembre de 2013, todavía no se han sentido, al tiempo que los bajos precios internacionales del petróleo han reducido el atractivo de invertir en el sector. El recientemente anunciado recorte por 5,300 millones de dólares para el financiamiento para la compañía petrolera estatal, será otro factor en el declive de la producción de petróleo.
Construcción: obra civil quebrantada por los escasos recursos públicos. Algunos proyectos de infraestructura han sido retrasados o cancelados, debido a menores ingresos tributarios procedentes de la industria petrolera. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción considera que la inversión pública en la construcción se reducirá 30% en 2017.
Servicios: se espera una desaceleración en el crecimiento. Este relativo buen comportamiento del sector, está respaldado por indicadores positivos de ingresos. Se espera que, en el futuro cercano, este ritmo de expansión se desacelere a medida de que la población empiece a resentir más intensamente el ciclo de astringencia monetaria y fiscal.
Farmacéutica, actividad impulsada por la creciente esperanza de vida. El segmento muestra buenas perspectivas de largo plazo, ya que el país tiene una población de alrededor de 120 millones de habitantes y una esperanza de vida en crecimiento. Sin embargo, en el corto plazo el sector se verá afectado por los recortes al presupuesto federal.
Comercio minorista: se espera a corto plazo un deterioro en los indicadores de ingreso. Después de haber sido afectado por la crisis económica de 2008-2009, el sector ya ha reportado un crecimiento sólido. En julio de 2016, las ventas aumentaron 7.9%, año/año. No obstante, el crecimiento empezará a desacelerar, a medida que los consumidores empiecen a sentir los efectos de una inflación alcista, así como mayores tasas de interés.
Acero: débiles escenarios interno y global. La producción de acero mexicano disminuyó 0.3% en los primeros ocho meses de este año, año/año. El ambiente se mantendrá sensible en el futuro inmediato. Desde una perspectiva global, pareciera que las promesas de China de reducir su capacidad total tomarán un tiempo para materializarse. Mientras tanto el mercado interno de México continuará quebrantado parcialmente por la deslucida actividad de la construcción.
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